NUESTRA DECLARACIÓN DOCTRINAL

(1) La Biblia es la Palabra de Dios, inerrable e infalible, inspirada por el Espíritu Santo a los que la escribieron, a quienes preservó de todo error (Salmo 12:6, 2ª Timoteo 3:15-17, 2ª Pedro 1:21, 1ª Pedro 1:9-12, 23; San Lucas 24:44-48, San Mateo 22:29, San Juan 5:39-47).

(2) Adoramos al único, eterno y verdadero Dios: uno en esencia y trino en personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo creador y sustentador de los seres y las cosas visibles e invisibles. (Deuteronomio 6:4, San Juan 10:30; San Mateo 3:16, 17 y 28:19, 1ª Juan 5:7, 8).

(3) El Señor Jesucristo es el único Salvador y mediador entre Dios y los hombres. (Hechos 4:12, San Mateo 1:21, Hechos 10:43, 1ª Timoteo 2:5)

Confesamos Su Deidad; su verdadera y propia humanidad; su nacimiento virginal; su vida inmaculada, la redención de nuestros pecados por su sangre en su muerte expiatoria y vicaria; su resurrección corporal; su ascensión a la gloria; su prometido retorno en los aires para arrebatar a los suyos antes de la gran tribulación, resucitando a los muertos y transformando juntamente a los que vivan, para constituir Su Tribunal galardonador y celebrar las Bodas del Cordero; su venida a la tierra con sus santos para establecer su reino milenial; la resurrección y el juicio final; los nuevos cielos y la nueva tierra.  

(4) La salvación por gracia, no por obras, recibida mediante el arrepentimiento para con Dios y la fe en el Señor Jesucristo. La eterna felicidad de los salvados y el castigo eterno de los perdidos (Efesios 2:8, 9; Los Hechos 15:11; Romanos 3:27, 28; Tito 3:5). 

(5) La obra personal actual del Espíritu Santo, único vicario del Señor Jesús en la tierra, a Quien glorifica formando la Iglesia, engendrando, santificando, dotando y fructificando espiritualmente a los creyentes. (San Juan 16:8, Los Hechos 5:31 y 11:18, Romanos 2:14, San Juan 16:13, 14; Romanos 10:17, San Juan 1:12, 13; San Juan 3:5, 6; 1ª Pedro 1:21, 22; 1ª Pedro 1:12-16, Efesios 5:1-21, Gálatas 5:22-25, 1ª Corintios 12:1-11, Romanos 12:1-13, Efesios 4:7-16)

(6) La Iglesia es el cuerpo de Cristo, Quien es su fundamento, cabeza, Señor, único pontífice y esposo (1ª Corintios 3:11, Romanos 12:4, 5; 1ª Corintios 12:12-27, Efesios 1:22, 23; Efesios 5:23, San Mateo 16:18, Hebreos 4:15, Apocalipsis 19:5-9).

Es columna y apoyo de la verdad (1ª Timoteo 3:15).

(7) La unidad espiritual sustancial de los renacidos y su vocación a la unidad de la fe en doctrina y prácticas, para manifestar la plena comunión fraternal.

NUESTRA FORMA DE GOBIERNO

TEOCRÁTICO: porque la Santísima Trinidad es quien Señorea en nuestra iglesia, gobernándola según la Santísima y Amorosa Voluntad de Dios, el Padre de todos; del Señor Jesucristo su Fundador, Principal Funda­mento, Cabeza y Pontífice único. Esposo y Señor de la Iglesia; y de Dios el Espíritu Santo, único Vicario de Cristo Jesús en la tierra, a quien glorifica formando y cuidando la Iglesia, dando renacimiento, dones espirituales, revelación, crecimiento y santificación, a cada uno de sus miembros.

BÍBLICO: por cuanto el Gobierno de Dios se hace efectivo en la Iglesia, por la subordinación de todos sus miembros a las enseñanzas estatuidas en las Sagradas Escrituras y en especial al Nuevo Testamento, por ser la Santa Biblia su única autoridad y regla en materia de fe, doctrina, prácticas y disciplina.

CONGREGACIONAL: porque en nosotros no hay Jerarquías ecle­siásticas ni humanas. La autoridad, como un todo, reside en el Cuerpo pleno de la Iglesia, quien trata y resuelve todos sus asuntos constituida a tal fin como ASAMBLEA DELIBERATIVA, integrada por todos los miembros de la Iglesia en plena comunión, teniendo cada uno voz y voto, debiendo ajustar todas sus decisiones a la Voluntad de Dios en conformi­dad con las Sagradas Escrituras.

NUESTRAS ORDENANZAS

El bautismo por inmersión de los creyentes y el memorial de la Cena del Señor.

NUESTRO CARÁCTER

Una casa espiritual, no denominacionalista o sectaria; sea considerada como Asamblea General (San Mateo 16:18), sea cada Iglesia local plenamente autónoma de las otras (Filipenses 1:1, Filemón 1, 2).

NUESTROS PROPÓSITOS

Como parte de la Iglesia de Cristo (Efesios 1:22, 23) sólo puede tener Un Propósito Esencial: hacer la Voluntad de Su Cabeza y Señor, obrando las “…buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.” (Efesios 2:10, Hebreos 13:20, 21), y notificar así “…la multiforme sabiduría de Dios… a los principados y potestades en los cielos,” (Efesios 3:10 comparar 1ª Pedro 1:10-12).

Detallamos seguidamente algunas de esas obras, cuyos fines y propósitos hacen a un Fiel Testimonio Eclesial, que Glorifica al Precioso Nombre de Nuestro Señor Jesucristo (2ª Tesalonicenses 1:11, 12).

1) PREDICAR EL EVANGELIO, en obediencia al mandato del Señor Jesucristo:

“…ID POR TODO EL MUNDO; PREDICAD EL EVANGELIO A TODA CRIATURA. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.” (San Marcos 16:15,16)

“…¡ay de mí si no anunciare el evangelio!” (1ª Corintios 9:16)

2)  DEFENDER EL EVANGELIO, testificando la verdad y denunciando las apostasías del “racionalismo”, “modernismo”, “alta crítica”, “ecumenismo”, etc., que están minando la fe de muchos. Es la Palabra de Dios que nos ordena: “Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo… Que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amontonarán maestros conforme a sus concupiscencias. Y apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas. (2ª Timoteo 4:1-4)

“…sabiendo que soy puesto por la defensa del evangelio.” (Filipenses 1:17)

3)  CONFIRMAR EL EVANGELIO, por el estudio de la Biblia, la vida de oración, la edificación en la fe y crecimiento santo en santa vigilia de la anhelada venida del Señor.

“…Avivame en tu camino. Confirma tu palabra a tu siervo, que te teme.” (Salmo 119:37, 38)

“Que ya no seamos niños fluctuantes, y llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que, para engañar, emplean con astucia los artificios del error: Antes siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todas cosas en aquel que es la cabeza, a saber, Cristo;” (Efesios 4:14, 15)

“…edificándoos sobre vuestra santísima fe, orando por el Espíritu Santo. Conservaos en el amor de Dios…” (Judas 20, 21)

“…en la defensa y confirmación del evangelio, sois todos vosotros compañeros de mi gracia.” (Filipenses 1:7)

4)  VELAR – ORAR – OBRAR, por la salvación de los perdidos, la santificación de los salvados y la fidelidad de los santos.

“…Sed salvos…” (Los Hechos 2:40)

“…Sed santos…” (1ª Pedro 1:16)

“…Sé fiel…” (Apocalipsis 2:10)